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Frigorífico Swift
Berisso
Argentina ofrecía
fabulosas posibilidades de crecimiento en materia de ganadería. Se había
incorporado grandes extensiones de tierra con la finalización de la campaña del
Desierto, y las innovaciones técnicas aplicadas a los transportes apuntaban a
disminuir los costos de producción y a dinamizar la economía, la demanda
británica de carne se satisfacía a través de la exportación de ganado en pie
estadounidense y canadiense, cuyas producciones constituían el 75 % de las
importaciones británicas.
Las exportaciones de ganado en pie en Argentina nunca fueron significativas, ya
que las distancias condicionaban el buen estado de las reses, la situación
culminó con el cierre de las puertas británicas a las exportaciones argentinas,
argumentando que el ganado estaba infectado con aftosa, la carne solo
ingresaría a Gran Bretaña congelada o enfriada.
Al finalizar el siglo XIX, los frigoríficos eran junto a las fábricas de
fósforo, de cigarrillos y de alpargatas y los molinos harineros, la actividad
industrial más destacada de la economía argentina.
La evolución de la industria frigorífica en la Argentina es bastante conocida:
una serie de factores, permitieron un crecimiento de envergadura en la
producción y comercio de carnes a tal punto que se transformo en unos de los
principales productos de exportación.
Para establecer una planta frigorífica se requería una inversión inicial de
envergadura y una vez en marcha las operaciones, los costos de mantenimiento
resultaban muy altos. El establecimiento de un frigorífico necesitaba de
grandes espacios para la ubicación de lo corrales, los edificios, y los cursos
de agua para la construcción del embarcadero y para la obtención del agua
necesaria para el proceso productivo.
También necesitaban las cercanías de un puerto de embarque para abaratar los
costos de transporte y acelerar el traslado del producto, a los centros de
consumo. Por eso, las fábricas se localizaban cerca de los cursos de agua.
![](file:///C:/Users/julio/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image003.gif)
Una vez incorporados estos sistemas, Argentina desplaza a EEUU y Australia en
la supremacía de la exportación de carnes hacia Europa.
EEUU sin espacios en el comercio internacional como exportador de ganado,
interviene invirtiendo capitales en la compra de frigoríficos argentinos.
Los capitales británicos comienzan a verse en la obligación de competir con el
avance de los capitales norteamericanos, definiendo la supremacía de EEUU que
comienza a invertir en obras de infraestructuras para dinamitar la economía de
los países latinoamericanos en provecho propio. La instalación de la Cía. Swift
del Plata es una manifestación del avance norteamericano en la economía de
América Latina.
La empresa Swift & Company, fundada en EEUU por Gustav F. Swift en 1877 sé
instala en nuestra ciudad en 1907, siendo la primera inversión norteamericana
del negocio de la industria de la carne, en territorio argentino.
Los primeros establecimientos se instalaron al comenzar la década del ‘80 del
siglo XIX, inicialmente las compañías inglesas y argentinas se repartieron los
beneficios, aunque las británicas se aseguraron el control del negocio hasta
que las grandes empresas norteamericanas alteraron el reparto de cuotas de
exportación. Esto genero una disminución de la participación de capital
nacional.
Compra las instalaciones de La Plata Cold Storage, modificando los viejos
edificios, ampliando su capacidad de matanza y convocando a una gran cantidad
de trabajadores. En 1915 se construía una nueva planta: el Frigorífico
“Armour”. En su época de esplendor más de 20.000 personas cumplían tareas en
las dos plantas frigoríficas.
El horario de funcionamiento de la empresa era de 07.00 hs. a 09.00 hs.
(trabajo) , de 09.00 hs. a 09:45 hs. (chuleteada), de 09:45 hs. a 12:00
hs.(trabajo), de 12:00 hs. a 13:00 hs. (descanso) de 13:00 hs. a 17:00 hs.
(trabajo).
Los pagos eran quincenales y se realizaban el 5 y el 20 de cada mes.
Hasta el peronismo no había francos, ni feriados. Se considera feriados
obligatorios el 1º de mayo, 25 de mayo, 20 de junio, 9 de julio, 17 de agosto,
12 de octubre, 25 de diciembre como los domingos, en caso de trabajarse debía
hacerse con un recargo del 100%. Había otros feriados que eran optativos, tales
como los religiosos, como Reyes Magos, Lunes y Martes de Carnaval, Jueves y
Viernes Santo, 15 de agosto (Asunción de la Virgen).
La entrada principal estaba sobre la calle Nueva York. En los años 30, en
Berisso, se hablaba de que ésa era la calle más cosmopolita de la provincia de
Buenos Aires. Nativos e inmigrantes -ucranianos, búlgaros, griegos, croatas,
polacos, españoles, italianos- recorrían su empedrado para ir a trabajar a los
frigoríficos Swift y Armour.
La prosperidad se palpaba en seis cuadras donde había bares, restoranes, casas
de juego, relojerías, pensiones, conventillos, sastrerías, zapaterías, tiendas,
cabaréts, un par de joyerías y un cine.
Esa época de abundancia propia de la calle Nueva York, tras el cierre de los
frigoríficos, quedó en la memoria de los vecinos.
Uno de los puntos más fuertes de la historia del Frigorífico fue el rol
político y social que cumplió. Es que sus instalaciones atestiguaron las
actividades políticas que formaron el movimiento de trabajo argentino. Entre
otros acontecimientos, se recordará el movimiento de trabajadores que culminó
el 17 de octubre de 1945 en la Plaza de Mayo (los historiadores establecieron
dicha fecha para el nacimiento del peronismo).